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En los últimos cuatro años se ha incrementado el uso de la Bicicleta como medio de transporte continuo, esto bajo diferentes razones, ya sea por el incremento de rutas construidas por las alcaldías locales o por la independencia económica y de movimiento que este medio de transporte le atribuye a los usuarios, quienes se llaman a sí mismos ciclistas urbanos, pero todo este movimiento se remonta a los años 70 en la ciudad de Bogotá, más exactamente en 1974 cuando se construyo la primera ciclovía en la ciudad por exigencia de un grupo llamado Probici quienes promulgaban el uso de la bicicleta como medio de transporte urbano.
Las mismas condiciones que llevaron a la creación de grupos probici son los que han llevado al incremento actual el cual también se encuentra enfrentado directamente a las condiciones que caracterizan a su ecosistema de desarrollo, como es la seguridad, el clima, los estados de las vías, en fin todo un reto diario, por ello se han venido implementando el uso de diferentes estilos, marcas y diseños de bicicletas, todo en búsqueda del mejor rendimiento, la mejor eficiencia y la mejor durabilidad, por eso salen a relucir bicicletas de tipo Fixie, Rutera o MTB, cada una con características totalmente diferentes para satisfacer cada uno de los gustos para los ciclistas urbano.
Tan solo en la ciudad de Bogotá se identifican que hay una población de 2.145.000 ciclistas urbanos activos lo que se considera que un 38% de los viajes realizados para movilizarse dentro de la ciudad se hacen encima de una bicicleta, resaltando que el medio de transporte también se ha convertido como un medio de trabajo para los repartidores y domiciliarios de las plataformas digitales o de los puntos físicos de envió de mercancías.
El reconocimiento del ciclismo urbano se ha venido mostrando a través de campañas y ejecución de proyectos viales donde las ciudades se vuelven mas amigables con los ciclistas urbanos, abriéndoles un espacio en la ciudad para su propia circulación, educación pedagógica para el uso de accesorios de protección como recomendaciones de seguridad para transitar a gusto.
Todo esto llevando a la conclusión de que el ciclismo urbano no es algo nuevo en las ciudades o en el mundo, sino hace parte del desarrollo y crecimiento de quienes la implementan, apoyan y respetan.
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